martes, 13 de enero de 2009

NEGACIONISMO

Es la corriente oficial de Turquía. La consecuencia lógica de un genocidio es negar que este existió, pero no solo el hecho sino también el grupo humano. En 1916 Talaat Pashá dijo: “La cuestión armenia no existe porque no hay mas armenios”.
El discurso turco en un primer momento se centró en el desconocimiento absoluto de la causa armenia, fomentado por el desinterés internacional. Desde la creación de la Turquía Moderna, en 1923, la republica comenzó a generar un gasto constante para que intelectuales de alto nivel escribieran “la Nueva historia Turca”.
Para revertir esta situación de indiferencia se organizaron diversos grupos armados cuyo objetivo era devolver con mas terror el terror padecido por los mártires de 1915. Ejecutaban actos terroristas contra diplomáticos, políticos y negacionistas turcos. Esta acción rindió frutos: el resurgimiento de la Causa Armenia y el reconocimiento internacional.
El negacionismo es equiparable no solo a la indiferencia y desinterés sino a un segundo genocidio contra las victimas y contra los sobrevivientes, contra su padecimiento.
A raíz de los actos de violencia, Turquía modifico sustancialmente su discurso acentuando la distorsión de los hechos, la tergiversación de la realidad. El objetivo era relativizar la historia: por un lado se demonizó a la victima atribuyéndole la carga de haber traicionado al pueblo, aliándose con los rusos; por otro lado se disfraza al genocidio de guerra alegando que en la lucha siempre hay bajas de ambos bandos. Consecuentemente no solo invierte la culpa, sino que se coloca en un papel de héroe que acabo con el traidor y como victimas de la barbarie armenia. Los turcos no dejaron y no dejan nada librado al azar.
En su afán de alterar la realidad se realizaron tantas modificaciones de la historia que inevitablemente cayeron victimas de su propia torpeza:
• La ejecución de intelectuales de 1915 la basan en la teoría de que eran considerados sospechosos para la integridad del Imperio por sus ideas revolucionarias.
• Se amparan en la Traición armenia por haberse vuelto contra el Imperio luego de 600 años de amistad.
• Las largas caminatas al desierto la encuadran dentro de la pantomima de la reubicación. Olvidan los informes secretos enviados al exterior realizados por diplomáticos y testigos extranjeros que evidencian lo contrario. El mismo Talaat en un telegrama enviado al Gobernador de Alepo en noviembre de 1915 consigna que, enterado de la remisión de esos informes al extranjero, ordena que se proporcione, por un tiempo, un trato mas amable y que los conocidos métodos sean aplicados en lugares seguros. El objetivo es convencer a los extranjeros que la deportación es al solo efecto de la protección de los armenios.
• Aprovechando el marco bélico se afirma que, dado que perecieron 400.000 turcos, las bajas armenias oscilarían entre 300.000 a 800.000, pero nunca 1.500.000. No hubo genocidio, sino bajas en razón de la guerra.
• Muchos turcos acusan de genocidio a los armenios que se unieron a los rusos para la conquista del Imperio Otomano. La realidad es las conquistas las efectuaba Rusia y Armenia no tenia autonomía alguna.

Para borrar todo resabio del pueblo armenio desde el gobierno de Kemal se intentó desligarse de su pasado e imagen otomana por medio de reformas al interior del gobierno. Asimismo, actualmente se atenta contra la historia armenia, es ignorada y omitida por el Ministerio de Cultura. Cada edificio, cada escultura es atribuido a cualquier civilización, menos a la Armenia. Iglesias que datan de cientos de siglos son destruidas, sumidas en el abandono o tristemente recicladas como gimnasios, mezquitas, etc. (lo cual esta prohibido en el Islam). Son justamente esas edificaciones la que impiden a Turquía desconocer a Armenia como dueña originaria de la mayoría de los territorios porque son la prueba irrefutable de su existencia.

Aunque actualmente hay muy pocos estados que no reconozcan el genocidio, al interior de Turquía aun existe una fuerte oposición a la apertura mental y al reconocimiento de lo innegable. Turquía siempre se caracterizo por su totalitarismo . Actualmente continúa con su política de silencio y negación acentuada por la vigencia de un artículo cuestionado por los organismos de Derechos Humanos por coartar la libertad de expresión: El Articulo 301.
1- El agravio a la identidad nacional turca, a la Republica o la gran Asamblea Nacional de Turquía se castigara con prisión de seis meses a tres años.
2- El agravio publico al gobierno de la Republica de Turquía, a las instituciones judiciales del Estado, a las fuerzas armadas o a las estructuras de la seguridad se castigara con pena de prisión de seis meses a dos años.
3- En los casos que el agravio a la identidad nacional turca lo cometa un ciudadano turco en un país extranjero, la pena aumentara en un tercio
4- La expresión de pensamientos cuyo fin sea la crítica no será considerado delito.

Bajo este artículo fueron juzgados muchos intelectuales y periodistas por reconocer el genocidio armenio. Los tribunales son renuentes a aceptar la libertad de expresión y en el 90% de los casos las penas son de cumplimiento efectivo.
De esta forma se intenta perpetrar la impunidad y el negacionismo en la actualidad y a futuro. Con un régimen tan estricto es difícil, no imposible, que alguien se anime a ser el agente de cambio. No obstante, muchos de los que se animaron a cuestionar la historia turca – la mayoría exiliados- continúan su lucha por la verdad y en defensa no solo de la población armenia, sino también de la turca, engañada hace 90 años.

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